El mejor tratamiento contra el glaucoma: la detección precoz
Recuerda que la detección precoz del glaucoma mediante exámenes periódicos con tu oftalmólogo, es clave para proteger tú vista de los daños de esta enfermedad.
El glaucoma es un conjunto de enfermedades que dañan el nervio óptico del ojo, y si no se trata a tiempo puede provocar la pérdida parcial o total de la visión. Muchos pacientes con esta enfermedad en su primera fase, desconocen que la tienen pues carece de síntomas obvios.
El daño del nervio óptico es provocado normalmente por un aumento de la tensión intraocular. Esta lesión provoca una merma progresiva de la visión, que casi siempre se inicia por la periferia. Los médicos lo llaman el “enemigo silencioso” debido a que, en muchos casos, la persona no siente ninguna molestia ni ningún síntoma hasta que ocurre una pérdida visual irreversible y permanente. De ahí, lo fundamental de un diagnóstico temprano y el tratamiento en fases iniciales.
Estudios muy serios muestran que, al menos la mitad de las pacientes con glaucoma, desconoce que tiene esta enfermedad que podría causarle ceguera. Según el oftalmólogo Paul Sieving, director del Instituto Nacional del Ojo (NEI, National Eye Institute) en Estados Unidos, hay una noticia esperanzadora y es que el glaucoma se detecta en su primera etapa gracias a un examen completo del ojo con dilatación de la pupila, y eso mejora sustancialmente su tratamiento.
Cuando se detecta pronto se puede controlar muy positivamente con medicamentos o cirugía. El tratamiento temprano contribuye en gran medida a proteger los ojos de una pérdida de visión severa.
Te recomendamos:
Hacerte evaluaciones oftalmológicas completas con dilatación de pupila siempre que sientas una molestia en tu vista. Observa la recomendación según el rango de edades.
- Antes de los 40 años de edad debes visitar al oftalmólogo cada dos o tres años.
- Entre los 40 y 54 años de edad, las visitas deben ser anuales o cada dos años.
- A partir de los 55 años de edad, una vez al año.
- Después de 65 años de edad, pide cita cada 6 a 12 meses.
Ten presente que hay personas con factores de riesgo más alto, y deben hacerse los exámenes de la vista anualmente después de los 35 años de edad.
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¿Cómo se diagnostica el glaucoma?
Para diagnosticarlo es imprescindible evaluar la tensión de tus ojos, pero este no es el único factor que el especialista tomará en cuenta. También debe estudiar el estado de tu nervio óptico anatómicamente y desde el punto de vista funcional.
Para la exploración anatómica se requiere del trabajo de especialistas y aparatos de alta tecnología. Los retinógrafos se encargan de esta evaluación y los estudios más comunes son los sistemas de análisis computarizado de la cabeza del nervio como el HRT, OCT y GDx. En la exploración funcional es esencial que se lleve a cabo un par de estudios llamados campos visuales seriados.
Cinco factores fundamentales para el diagnóstico de glaucoma :
- Presión interna del ojo o tonometría.
- Color y forma del nervio óptico.
- Campo visual completo o Perimetría
- Ángulo en el ojo se observa el iris y la córnea o Gonioscopia.
- Espesor de la córnea o Paquimetría
Los exámenes periódicos del glaucoma incluyen dos estudios oculares de rutina: la tonometría y la retinoscopia, para observar el estado del nervio óptico.
- La tonometría es una prueba muy breve y sirve para medir la presión intraocular, que debe ser menor de 20mm Hg normalmente.
La gama de presión normal es 12-22 mmHg (milímetros de mercurio, una escala usada para registrar la tensión del ojo). La mayoría de los casos de glaucoma se diagnostican con una presión mayor a 20 mm Hg. No obstante, algunos pacientes pueden tener glaucoma con tensiones entre 12 y 22mm Hg.
- La oftalmoscopia es un procedimiento de diagnóstico ayuda al especialista a examinar el daño que ha sufrido el nervio óptico por el glaucoma.
Después de estas pruebas, si tu presión intraocular está dentro en un rango anormal o si el nervio óptico no se ve bien, tu oftalmólogo debe pedir te hagas uno o dos exámenes más como: la perimetría y la gonioscopia.
No olvides que el glaucoma es una enfermedad "traidora", pues las lesiones pueden, en el mejor de los casos, estabilizarse en su progresión, pero jamás retroceden. Por eso es tan importante un diagnóstico precoz, debido que la pérdida de fibras nerviosas es irreversible y el daño en la visión se hace permanente.
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